Desde la presentación del logo, hasta la forma del envase, pasando por la paleta de colores empleados en la etiqueta o por la diversa calidad y forma de los materiales utilizados, las compañías logran delimitar, en uno u otro aspecto, las posibilidades de que el cliente escoja nuestro producto frente a otro de la competencia. Una correcta implementación en la presentación del mismo colaborará de forma activa en un aumento de las ventas.
La importancia de una gestión adecuada y desarrollo de técnicas de packaging se observa con claridad a la hora de valorar dos productos con características en apariencia similares, tal y como puede ser el caso de Pepsi y Coca-Cola. Ambas marcas han conseguido crear en el cliente una diferenciación vital que va más allá del punto de venta, gracias a un envase y etiquetado que defienden con éxito sus colores corporativos. Así, el azul, bermejo y blanco abanderan a Pepsi, mientras que el rojo y blanco hacen lo propio en el caso de Coca-Cola.
Las técnicas de packaging empleadas por las principales compañías internacionales abordan aspectos y necesidades muy distintas. Por ejemplo, el vodka Stolichnaya ha buscado tanto en la estructura de su botella como en los gráficos de la etiqueta realizar un poderoso retrato de una marca que ofrece a su target idóneo, por encima de todo, un producto de calidad superior.
En atención a las necesidades del perfil de sus consumidores, la compañía Kellogg’s intenta reflejar su lado más amable a través de su packaging. Para ello se sirve de tipografías suaves, ligeramente redondeadas, con una gama cromática en tonos cálidos sobre fondos planos que ayudan a crear una conexión emocional con el cliente. La marca de cereales aspira a construir este vínculo de unión a través del consumo diario. Este objetivo se logra mediante la utilización de unas correctas prácticas añadiendo valor a su marca a través de representativas mascotas (el gallo en la versión más clásica de cereales o el tigre en el caso de los más energéticos).
Según los expertos en el área, las técnicas de packaging son complementarias y equiparables a las de branding. La presentación final del producto ha alcanzado un ratio muy destacado a lo largo de las últimas décadas. No se trata de dar un tratamiento artístico o de conseguir una apariencia más atractiva, sino de construir una imagen coherente con nuestra marca y por tanto, con nuestra compañía.
En resumidas cuentas, el producto representa nuestra marca y el diseño de su envase es una parte vital de nuestra personalidad corporativa. Este punto no puede ser olvidado en ningún paso del proceso. No es posible que uno de los atributos que nos defina en el mercado sea, por ejemplo, el de ser innovadores y que esto no se refleje en nuestro packaging.
Así, una marca que ha conseguido guardar una línea muy coherente a este respecto es Apple. La compañía de la manzana se ha caracterizado desde sus orígenes por ser pionera en el mundo de la informática y tecnología. Sus programas, aplicaciones y productos han sido cuidadosamente estudiados, tanto desde el punto de vista del funcionamiento interno como desde su apariencia externa. Esta cualidad ha sido explotada con éxito por la marca en el diseño de su packaging: práctico, innovador y siempre sorprendente.
Entender la visión que representan los beneficios de packaging en el funcionamiento de la empresa permite a las marcas enfrentarse con éxito en el mercado. Para el consumidor nunca resultará igual de atractivo y satisfactorio un envase de una sopa Campbells o de unas patatas fritas Pringles, como el ofrecido por cualquier marca blanca. No obstante, estas últimas están inmersas en un proceso de profesionalización gracias a su crecimiento astronómico en cifras, algo que se ve reflejado en unos embalajes cada vez más originales.
En un mundo cada vez más competitivo, donde la oferta cada vez es más amplia y la demanda más cualificada, la diferenciación aporta un valor añadido a nuestra marca. La cada vez más abundante presencia de productos genéricos que inundan a un ritmo trepidante los estantes de los grandes hipermercados y escaparates de centros comerciales exige la introducción de nuevas prácticas. Una correcta inversión en packaging ayudará a las grandes marcas a posicionarse y diferenciarse con éxito en el mercado.
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